Artículo publicado en el periódico El Día (23/10/2022)
Hay dos preguntas que me suelen hacer amigos o familiares que no han hecho nunca un crucero y que tienen sus reservas respecto a los mismos:
· ¿Por qué las escalas en los
puertos son tan cortas?
· ¿Cuánto cuesta un crucero?
A lo primero siempre suelo responder con otra
pregunta, y es que muchos no saben cuál es el objetivo de hacer un crucero.
Seguro que les ha pasado alguna vez de elegir un destino de vacaciones para
pasar una semana o varios días y que el destino no es lo que esperabas. Un
crucero es una modalidad de viaje única, ya que es como estar alojado en un
hotel de cinco estrellas que visita distintos destinos a lo largo de un tiempo
determinado, normalmente una semana. Esta forma de viajar te permite descubrir
píldoras pequeñas de los puertos de escala que estás visitando sin el engorro
de hacer o deshacer maletas. Esto ayuda mucho a la hora de separar mitos o
imágenes que tenemos de destinos y contrastarlas con la realidad. Con esta
información sí se puede decidir de una forma más segura cuál de los puertos que
has visitado pasarías más tiempo y cuál no ha respondido a tus expectativas.
A la segunda pregunta, siempre se impone un
“depende”. No sólo hablo de los diferentes precios que puede haber en distintas
temporadas, destinos, navieras o incluso barcos, dependiendo de lo novedosos
que sean o los servicios que incluyan. Cada vez son más importantes detalles
como el destino o los puertos de escala que visites, que harán que tus gastos
se incrementen mucho más que en otros, dependiendo de la proximidad del puerto
al centro de la ciudad para los que les gusta explorar, de la oferta de las
excursiones organizadas o de las posibilidades de realizar estas mismas
excursiones por tu cuenta. Esto hace que un mismo destino pueda implicar
mayores gastos adicionales, dependiendo de los puertos de escala que visitemos.
Por esto me atrevo a afirmar que Canarias,
como destino de cruceros, goza de buena salud y evoluciona favorablemente, no
sólo dicho por mí, sino que es una afirmación que se escucha, cada vez más,
entre los profesionales del sector. Y es que no hay que olvidar nunca de dónde
venimos, dónde estamos y que meta queremos alcanzar.
Históricamente, Canarias fue siempre puerto
de escala importante y estratégico en trayectos transatlánticos de las navieras
cuando cambiaban de temporada rumbo al Caribe o América del Sur para la
temporada de invierno europeo en octubre y noviembre, o viceversa, de vuelta a
Europa desde estos destinos entre marzo
y mayo de cada año. Pero esto cambió a principios de este siglo, cuando unas
primeras navieras pioneras empezaron a explorar Canarias como destino en sí
para cruceros en la temporada de invierno. Los A’rosa Blu y Aida Blu fueron los
precursores para otras navieras que vieron en Canarias un gran filón como
destino en sí, y que poco a poco empezaron a posicionar sus mejores barcos en Canarias,
primero abriendo únicamente embarque para unas pocas plazas (entre 100 y 300
por crucero) en rutas recurrentes entre el Mediterráneo y Canarias. Así,
navieras como MSC Cruceros con su entonces novísimo MSC Fantasía, o Costa Cruceros con
Costa Serena, empezaron a ser visitantes habituales de nuestro puerto durante
la temporada de invierno, lo que dio pié posteriormente a dar un paso más y
dedicar cruceros exclusivamente a rutas por Canarias, cosa que ya hacían otras
navieras dedicadas a mercados británicos y alemanes como: Thomson, Marella
Cruises, TUI con sus Mein Schiff o Aida Cruises con operativa de puerto base en
nuestras islas.
Es éste último aspecto el más importante y
relevante: la operativa de puerto base. Las implicaciones que tiene un crucero
con operativa de puerto base, aunque sea compartida entre varias de nuestras
islas, es muy importante para la economía. Puerto base quiere decir que el
crucero es punto de salida y de llegada para los pasajeros. Eso implica vuelos
desde y hacia Canarias, traslados, noches de estancia antes y después del
crucero (ya que estamos, aprovechamos para quedarnos un par de días más y
visitar el destino), avituallamiento de mercancías para el crucero, comidas y
compras de los pasajeros… Todo esto, sin duda, son grandes ventajas para un
destino. Un pasajero que llega en escala sólo compra, consume o hace
excursiones las horas en las que está en el puerto, mientras que en operativa
de puerto base hay muchas más implicaciones para la economía de un destino
turístico como el nuestro e involucra a muchos más agentes económicos.
Pero, cuales son las razones de esta
evolución del comportamiento con Canarias de las navieras. ¿Qué nos hace tan
especiales? Desde mi punto de vista porque
respondemos perfectamente a las dos preguntas iniciales.
1. Mucha gente pregunta desde otros
destinos qué isla deben elegir para pasar sus vacaciones, ya que la mayoría no
tiene claro cuáles son las bondades de cada una de nuestras islas y terminan
decantándose por las principales. Un crucero va un paso más allá, ya que tienes
la oportunidad de visitar varias de las islas y ver pequeñas cápsulas de cada
una, no sólo de las capitalinas, sino del resto de las islas Canarias, incluso
algunas con las que no hay vuelos directos desde otros puntos de la geografía Europea.
Un crucero por Canarias te da la opción de descubrir más de las islas y decidir
con más criterio el próximo destino de tus vacaciones. Y esto es un aspecto
vital, ya que el turismo de cruceros tiene una alta probabilidad de repetición
de compra de vacaciones de los destinos que has visitado, ya sea de inmediato prolongando
la estancia tras el crucero o en futuras visitas.
2. Comodidad. Somos un destino
cómodo para el crucerista con muy pocos añadidos a los de por sí altos costes
de un crucero en temporada alta. Como apasionado de los cruceros y habiendo
visitado muchos destinos, puedo afirmar que la comodidad en las escalas es muy
importante. Las distancias que hay que recorrer entre el barco y el centro de
la ciudad son muy reducidas y, en la mayor parte de los casos, la salida del
puerto es el inicio del centro de la ciudad, como es el caso de Tenerife, La
Gomera, La Palma o Las Palmas de Gran Canaria. No hay gastos adicionales
encubiertos, ni transfers con coste para llegar al centro de las ciudades, sólo
salir del barco y llegas al centro. En algunos casos como el de Tenerife, la
Autoridad Portuaria pone gratuitamente a disposición de los cruceristas un
servicio de lanzadera entre la terminal de cruceros y aquellos barcos que
atracan en los puntos más alejados del muelle. Muy pocos destinos o casi
ninguno, tienen este servicio gratuito. Esto, complementado con una amplia
oferta de excursiones, no sólo organizadas por las navieras, sino gestionadas a
nivel local por guías locales, taxistas y con la seguridad que da un destino europeo,
hace que el crucerista en Canarias no tenga que hacer gastos superfluos o
exorbitados para conocer el destino, sino que es muy fácil y cómodo explorar y
mezclarse en las islas.
Somos
un destino muy diverso y permite también que el atractivo de un destino no se
agote con una única visita en crucero, sino que la oferta es tan amplia, que
permite al crucerista visitar distintos atractivos turísticos, incluso llegando
varias veces en crucero y afinando más sus visitas.
Sinceramente creo que nos merecemos esta
evolución, ya que se ha trabajado mucho y empleado bastantes recursos en llegar
donde estamos, ya sea con la gran inversión en el Puerto de la Gomera prolongando
la línea de atraque, la nueva terminal de cruceros de Tenerife, ahora operada
por el Grupo Carnival, que dio un salto de calidad a las escalas del puerto de
Tenerife y un respiro a la pequeña terminal que utilizan el resto de navieras,
y no hay que olvidar a Las Palmas de Gran Canaria, cuyas mejoras en el puerto
para albergar a cuatro cruceros en las proximidades del Centro Comercial El Muelle
y Santa Catalina, hacen que sea una gran opción para salida de cruceros por
Canarias y puertos de embarque.
¿El resultado? Navieras importantes a nivel
mundial como Royal Caribbean o Celebrity Cruises nos han incluido como puerto
de escala, no sólo en sus trayectos transatlánticos cuando antes sólo
utilizaban Azores con Ponta Delgada, sino que somos puerto de escala recurrente
en los meses de otoño de su Clase Solstice con el Celebrity Silhouette o con su
clase Quantum con el Anthem of the Seas. Navieras que destinaban sus barcos más
pequeños, como los originales Mein Schiff 1 y 2, ahora traen sus unidades más
grandes y más modernas durante el invierno con operativa de puerto base. Aida
Cruises ha posicionado al Aida Nova, una de sus últimas creaciones, propulsado
por Gas Natural Licuado y los más grandes de la flota, como complemento de sus
unidades medianas como Aida Mar o Aida Sol. Navieras que habían dejado el
destino Canarias como puerto de embarque, como MSC Cruceros, ha vuelto con su
MSC Magnifica durante el otoño y “amenaza” con retomar estos cruceros con
buques mayores de la clase Fantasia. Y, por último, una naviera como Norwegian
Cruise Line, que hasta ahora había dedicado poca atención a Canarias en cuanto
a escalas, ha anunciado que traerá su Norwegian Sun durante el invierno para
posicionarlo en las islas con operativa de puerto base.
Todo esto sitúa a nuestros puertos entre los
más importantes en cuanto al tráfico de cruceros del país y reafirma lo dicho: Canarias
como destino de cruceros goza de buena salud.
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