Siempre he pensado que el día de
embarque es el día más emocionante de todo el crucero. No puedo evitar sentir
emoción en el momento en el que me voy con las maletas hacia el puerto y me
encuentro con el barco esperándome en el muelle.
Aunque la hora de embarque que
indica la naviera suele ser unas cuatro horas antes de la salida del crucero,
es muy normal que se comience a embarcar en el momento en el que los pasajeros
del crucero anterior han desembarcado y siempre dejando el tiempo suficiente
para que la tripulación pueda hacer los camarotes de los nuevos pasajeros. En
cruceros con salida a las 18 horas siempre digo que la mejor hora para
dirigirse al puerto es la hora de salida del hotel, que en la mayoría de los
casos es las 12 de la mañana.
El MSC Preziosa va lleno en esta
salida. Yo, que había reservado en el último momento (hace un mes) un camarote
exterior con ventana garantizado, me he encontrado con una gratísima sorpresa…
UN UPGRADE A UNA AUREA SUITE CON VENTANAL! Por supuesto sigo manteniendo la categoría
que reservé “Bella”, pero el camarote es genial. Está en la proa del Preziosa,
con un ventanal con vistas a la navegación, prácticamente la misma vista que
tenemos desde la Bridge Cam. Un pequeño pero muy amplio vestidor y una bañera
complementan esta gran sorpresa. No sé si tengo que darle las gracias a mi
tarjeta Silver de Voyagers Club o al overbooking, aunque seguro que ambas
partes tienen algo que ver en esto. Para rematarlo todo tengo una antena Wifi
justo delante del camarote, con lo que tengo una cobertura espectacular para poder
contaros mi día a día en el Preziosa desde el sillón de mi amplísimo camarote.
Siguiendo mis propios consejos
respecto al primer día, compruebo que todo en mi camarote funciona
correctamente, comprobamos que todos los miembros del grupo tenemos la misma
mesa, turno y restaurante asignado, nos dirigimos al mostrador de excursiones
para ver la oferta que hay para este crucero y así lo decidimos durante la
comida. Yo suelo aprovechar el primer día para ir a comer al restaurante y
hablar con el Maitre por si hay que pedir cambio de mesa y, en cualquier caso,
como uno de nuestros miembros tiene necesidades especiales de comida, chequear
que tienen la información. MSC funciona muy bien en estos casos, ya que el
maitre en persona se preocupa de tu menú y normalmente entrega por anticipado
la carta de la siguiente comida para tenerlo todo bien preparado y no haya
problemas.
Nuestra próxima escala es
Marsella donde aprovecharemos para dar una vuelta por la ciudad. Hay noche de
Gala ya que es la penúltima escala para la mayoría de pasajeros que embarcaron
en Génova, por lo que toca vestirse de “bonito” esta noche, aunque previamente
pasaremos por el teatro a ver el espectáculo de “Pandora” e ir al coctel del
capitán para los pasajeros del MSC Voyagers Club. Sinceramente, los espectáculos
de MSC son los mejores que me he encontrado hasta ahora en el mar.
Mañana más…
Aurea Suite 9006 MSC Preziosa
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