sábado, 6 de febrero de 2016

Los upgrades existen

Siempre he pensado que el día de embarque es el día más emocionante de todo el crucero. No puedo evitar sentir emoción en el momento en el que me voy con las maletas hacia el puerto y me encuentro con el barco esperándome en el muelle.

Aunque la hora de embarque que indica la naviera suele ser unas cuatro horas antes de la salida del crucero, es muy normal que se comience a embarcar en el momento en el que los pasajeros del crucero anterior han desembarcado y siempre dejando el tiempo suficiente para que la tripulación pueda hacer los camarotes de los nuevos pasajeros. En cruceros con salida a las 18 horas siempre digo que la mejor hora para dirigirse al puerto es la hora de salida del hotel, que en la mayoría de los casos es las 12 de la mañana.

El MSC Preziosa va lleno en esta salida. Yo, que había reservado en el último momento (hace un mes) un camarote exterior con ventana garantizado, me he encontrado con una gratísima sorpresa… UN UPGRADE A UNA AUREA SUITE CON VENTANAL! Por supuesto sigo manteniendo la categoría que reservé “Bella”, pero el camarote es genial. Está en la proa del Preziosa, con un ventanal con vistas a la navegación, prácticamente la misma vista que tenemos desde la Bridge Cam. Un pequeño pero muy amplio vestidor y una bañera complementan esta gran sorpresa. No sé si tengo que darle las gracias a mi tarjeta Silver de Voyagers Club o al overbooking, aunque seguro que ambas partes tienen algo que ver en esto. Para rematarlo todo tengo una antena Wifi justo delante del camarote, con lo que tengo una cobertura espectacular para poder contaros mi día a día en el Preziosa desde el sillón de mi amplísimo camarote.

Siguiendo mis propios consejos respecto al primer día, compruebo que todo en mi camarote funciona correctamente, comprobamos que todos los miembros del grupo tenemos la misma mesa, turno y restaurante asignado, nos dirigimos al mostrador de excursiones para ver la oferta que hay para este crucero y así lo decidimos durante la comida. Yo suelo aprovechar el primer día para ir a comer al restaurante y hablar con el Maitre por si hay que pedir cambio de mesa y, en cualquier caso, como uno de nuestros miembros tiene necesidades especiales de comida, chequear que tienen la información. MSC funciona muy bien en estos casos, ya que el maitre en persona se preocupa de tu menú y normalmente entrega por anticipado la carta de la siguiente comida para tenerlo todo bien preparado y no haya problemas.

Nuestra próxima escala es Marsella donde aprovecharemos para dar una vuelta por la ciudad. Hay noche de Gala ya que es la penúltima escala para la mayoría de pasajeros que embarcaron en Génova, por lo que toca vestirse de “bonito” esta noche, aunque previamente pasaremos por el teatro a ver el espectáculo de “Pandora” e ir al coctel del capitán para los pasajeros del MSC Voyagers Club. Sinceramente, los espectáculos de MSC son los mejores que me he encontrado hasta ahora en el mar.

Mañana más…  

Aurea Suite 9006 MSC Preziosa

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